Los linfocitos T o células T son un tipo de glóbulo blanco que madura en el timo. De ahí proviene precisamente su nombre, porque es en esto órgano dónde maduran las células.
A las personas con un alto índice de células T se las considera como personas con un sistema inmune fuerte.
Indice de contenidos
Tipos de linfocitos T
Linfocitos T citotóxicos:
Estos linfocitos citotóxicos también conocidos como células T citotóxicas o células T asesinas se encargan de rastrear las células infectadas por antígenos, matando tanto la celula como el antígeno.
Desgraciadamente los citotóxicos T provocan en ocasiones el rechazo de un órgano trasplantado porque piensa que es dañino para el organismo.
Linfocitos T auxiliares:
Las células T auxiliares reaccionan ante la aparición de una antígeno liberando una sustancia denominada citoquina que provoca la reacción de los linfocitos B.
Linfocitos T reguladores:
También conocidas como células T reguladoras que tratan de impedir la destrucción de las células en su propio organismo. Históricamente se las conocía como linfocitos T supresores.
Linfocitos T de memoria:
Como su propio nombre indica son células T de memoria, esto es, células que perviven después de la infección y que en caso de reproducirse por segunda vez el ataque infeccioso entran en acción.
Funciones de los linfocitos T en el aparato inmune
Tienen especial relevancia en la lucha de enfermedades como SIDA o el VIH. La ciencia médica está consiguiendo avances en su lucha contra estas enfermedades mediante la estimulación en el organismo para que aumente la producción de este tipo de células.
El estudio de las aplicaciones y desarrollos genéticos de los linfocitos T están en pleno desarrollo y son muchos los que piensan que puede ser una de las vías para frenar enfermedades como las anteriormente mencionadas.
Controlar los perjuicios que en ocasionalmente propicia, como el rechazo de un trasplante o enfermedades como diabetes o esclerosis múltiple, es la asignatura pendiente para muchos investigadores médicos.